Artículos en el Boletín de las Cofradías


Artículo publicado en el nº 594, agosto de 2008


La Salvación de un sueño
Texto: Juan Manuel Labrador Jiménez

Entrando en el Convento de San Buenaventura, a la derecha, en el primer altar que hay nada más acceder al templo, se encuentra una imagen de Cristo crucificado que sobre un fondo morado oscuro, cercado por una reja semicircular y con un viejo reclinatorio, aguarda el sueño de poder procesionar por las calles de Sevilla la tarde del Viernes Santo junto a la Virgen de la Soledad: el Santísimo Cristo de la Salvación.

La imagen del crucificado
En el año 1935, un imaginero de Alcalá de Guadaira, Manuel Cerquera Becerra, ejecuta la imagen del Cristo de la Salvación por encargo de la Comunidad Franciscana de San Buenaventura, pero las penurias económicas del momento provocan que sea la Hermandad de la Soledad la que sufrague la obra, conservándose en sus archivos la factura de la misma. Con los años, los hermanos anhelan incluir entre sus titulares al crucificado que, siendo refrendado por el Guardián del Convento y Director Espiritual Fray Joaquín Sánchez, obtiene el 17 de julio de 1967 el decreto del Vicario General del Arzobispado para la ampliación del título de la corporación, agregando al nuevo titular cristífero. A partir de 1971, el Cristo comenzará a ser sacado durante la cuaresma en Vía-Crucis, si bien en 1972 estuvo a punto de ir a la Catedral, ya que fue el famoso año en el que la cuadrilla de costaleros dejó plantada a la cofradía, y la Junta de Gobierno que presidía Francisco Yoldi Delgado se llegó a plantear, como solución, sacar al Señor a hombros de varios penitentes, aunque finalmente la Hermandad de Montserrat, como se sabe, cedió la cuadrilla de su paso de misterio para que la Virgen de la Soledad pudiese efectuar la estación de penitencia.

Con respecto a los cultos que se le dedican al Titular, hasta el pasado año 2007 tenía un quinario con función principal en el mes de noviembre, si bien tras la reciente reforma y aprobación de las nuevas reglas, entregadas a la corporación el pasado 8 de julio, tendrá a partir de ahora un triduo cuyo primer día coincidirá con el miércoles de ceniza, para continuar el jueves y el viernes, celebrándose el sábado un besapié durante todo el día, finalizando esa jornada con el Vía-Crucis por la feligresía, y la Función Principal el primer domingo de cuaresma.

Sacar al Cristo el Viernes Santo
En 2001, recién comenzado el mandato de Pedro Gaviño Campos como Hermano Mayor, la Junta de Gobierno convocaba para el 26 de octubre un histórico cabildo general, en el que se decidiría si se reformaba o no el artículo 60 de las reglas para poder incluir al Santísimo Cristo de la Salvación en la estación de penitencia. Con 74 votos a favor y 44 en contra, los hermanos aprueban iniciar la materialización de este sueño, si bien se había realizado mal una pequeña pero importante gestión: no se le comunicó a los franciscanos el propósito de la corporación, lo que pudo provocar que, desde ese primer instante, la comunidad se negase a la salida de este nuevo paso, a pesar de la conformidad mayoritaria de los hermanos. No obstante, la Junta de Gobierno envía a Palacio la reforma del artículo citado, si bien jamás se tramitó, puesto que el Arzobispado no lo podía admitir de acuerdo a las Normas Diocesanas de 1998, ya que las únicas dispensas que se podían solicitar eran las referidas o al permiso de que las hermanas pudiesen vestir la túnica nazarena o a las cuestiones electorales.

El mandato de Gaviño culmina antes de lo previsto, convocando elecciones un año antes, esto es, en 2004, presentándose entonces como único candidato el actual Hermano Mayor, José Félix Romero Serrano, quien se encuentra con una disyuntiva ante el tema de sacar al Cristo, pues se halla con un cabildo que aprobó la propuesta, con una comunidad religiosa que no daba el visto bueno, y con unas reglas que había que modificar y adaptar a las Normas Diocesanas vigentes.

En nuestro encuentro con Romero Serrano –que el pasado 16 de julio tomaba posesión nuevamente del cargo para iniciar su segundo mandado, no siendo hasta ese momento cuando pudo atender al Boletín de las Cofradías– nos confesaba que lo primero que hizo cuando juró como máximo responsable de la Hermandad hace ahora 4 años, fue reunirse con el entonces Guardián del convento y Director Espiritual, Fray Manuel Tahoces, exponiéndole la situación con la que se había topado, decidiéndose crear una comisión que, presidida por ellos dos, estaría compuesta por el capataz, Manuel Rechi, así como por un ex Hermano Mayor y otros hermanos que voluntariamente se ofrecieron para formar parte de ella. Dicha comisión elaborará un dossier de 14 páginas en las que se pide disculpas por no comentarle en 2001 nada a la orden antes de convocarse el ya referido cabildo general extraordinario, además de exponerse todos los pros y contras que pudiera tener el deseo de sacar un segundo paso el Viernes Santo, planteándose alternativas ilustradas de cómo se podría ubicar el paso de Cristo en el convento, para que su estancia entorpeciera lo menos posible en la celebración de los cultos de la Semana Santa, ya que éste es uno de los motivos de la negativa de los franciscanos. La idea era colocarlo justo delante del altar donde el crucificado recibe culto, aunque la imagen hubiese de estar enterrada hasta antes de llegar a las rodillas, aunque no todo queda ahí, ya que de los seis arcos que existen en la nave de la derecha del templo, el paso estaría en el primero de ellos, pero al no poder salir de frente al impedirlo el cancel interno del recinto, el paso giraría dentro de su propia nave para salir por el segundo de los arcos. El paso, por otro lado, habría de medir 3,60 metros de largo y 2,40 de ancho, y tendría 6 trabajaderas para 5 costaleros cada una de ellas, aunque el total sumaría 29, ya que habría que dejar libre un hueco para que la cruz del Cristo pueda subir y bajar. En el dossier se hablaba también de la posibilidad de llevar el paso a la iglesia el mismo Viernes Santo, y así el Domingo de Ramos sólo esté el de la Virgen para causar menos molestias.

Una vez elaborada toda esta documentación, el dossier se presenta a la Comunidad Franciscana en noviembre de 2006, aunque ésta responde manifestando que en 2007 se iba a celebrar Capítulo Provincial de la Orden, y que era mejor no pronunciarse hasta no conocerse los nombres de los nuevos miembros del Capítulo. Tras todo ello, es nombrado nuevo Guardián Fray Alfonso García Araya, que ya residía en San Buenaventura con anterioridad. Al cabo de los meses, en diciembre de 2007, la Hermandad vuelve a presentar el dossier, pero ampliado con nuevos matices con respecto al elaborado un año antes. Sin embargo, la respuesta no se hizo esperar demasiado, y el pasado 23 de abril, la orden vuelve a desestimar la propuesta, por lo que el día 24, José Félix Romero convoca un cabildo de oficiales, acordándose enviar a los medios una nota de prensa, y convocar un cabildo general extraordinario para el 28 de mayo, donde se explicarían todos los pormenores.

En dicho cabildo, Romero Serrano aprovecha igualmente la ocasión para consultarle a los hermanos las modificaciones que desde Palacio se habían hecho sobre el nuevo proyecto de reglas presentado para su aprobación, lo cual se refrenda. Así, en el boceto original, en la regla 120, se leía lo siguiente sobre la estación de penitencia: “Se realizará anualmente, durante la Semana Santa, en la tarde-noche del Viernes Santo, procesionando penitencialmente con nuestras Sagradas Imágenes Titulares a la Santa, Metropolitana y Patriarcal Iglesia Catedral de Sevilla”. Ante la redacción de este texto, desde el Arzobispado se exige que se aclare qué imágenes salen, y después de tratarse esta cuestión en el cabildo de mayo, se reforma el párrafo, en el que finalmente dice: “Se realizará anualmente, durante la Semana Santa, en la tarde-noche del Viernes Santo, procesión penitencial a la Santa, Metropolitana y Patriarcal Iglesia Catedral de Sevilla, en la actualidad con una réplica de la Santa Cruz Fundacional de la Hermandad y con la imagen Titular de Nuestra Señora de la Soledad, sin perjuicio de que nuestro Titular el Santísimo Cristo de la Salvación pueda procesionar en su paso una vez superados los trámites necesarios para ello”.

Llegados a este punto, José Félix Romero nos indica cuáles son los trámites que hay que superar, señalando que son tres: primeramente, que las Hermandades del Viernes Santo acepten concederle minutos a la Soledad en carrera oficial, que verbalmente ya lo tiene, ya que el Cristo de la Salvación saldría en silencio y tampoco habría que otorgarle a la corporación mucho tiempo más de paso; luego, ha de obtener la aprobación por parte de la Junta Superior del Consejo General, aceptando la valía artística del paso; y por último, el punto más complejo dadas las circunstancias, como es la aprobación por parte de la Comunidad Franciscana.

La negativa de los franciscanos
Al encontrarse fuera de Sevilla el Guardián de San Buenaventura a la hora de realizar este reportaje, nos atiende el Vicario, Fray Joaquín Pacheco, para explicar brevemente los motivos que mueven a la orden a no aceptar el anhelo de los cofrades de la Soledad. Con él también se hace un repaso por toda esta historia, y así, afirma que la Hermandad hace oficial la petición del acuerdo adoptado en el cabildo general de 2001 el 8 de septiembre de 2003, recibiendo la corporación respuesta el 13 de octubre siguiente, exponiéndose en la contestación que la orden no se opone en absoluto a la intención de sacar al Cristo de la Salvación, pero sí se afirma el malestar que generó la convocatoria del citado cabildo sin previa consulta a los franciscanos del tema que se iba a tratar (como el propio Hermano Mayor actual reconoce en párrafos anteriores), además de añadir que por razones pastorales y de espacio en el templo durante la Semana Santa, el sueño de los cofrades de la Soledad es inviable.

Fray Joaquín Pacheco habla, igualmente, del dossier que presentó la corporación a la orden en noviembre de 2006 siendo ya Hermano Mayor José Félix Romero, a quien se le entrega el 11 de enero de 2007 una carta en mano, exponiéndosele que tras buscar soluciones a la idea de sacar el paso de Cristo, la comisión nombrada por la Hermandad solventa los problemas de espacio, pero pasa por alto los pastorales, añadiéndose que la idea de colocar el paso justo delante del altar del crucificado impediría el acceso de los fieles a la nave del sagrario y, por consiguiente, a los confesionarios y a la sacristía, además de la rara visión que ofrecería ver un paso “encajonado” en el lugar donde los hermanos lo quieren ubicar, si bien los franciscanos no toman una decisión en firme, ya que en breve se celebraría Capítulo Provincial de la Orden, tal y como el propio Hermano Mayor nos hizo saber previamente en nuestra cita con él.

Tras el nombramiento del nuevo Guardián, y como ya se ha indicado con anterioridad, la Hermandad presenta un nuevo dossier ampliado en diciembre de 2007, en el que Fray Joaquín Pacheco destaca el siguiente extracto: “Tras la finalización de los Oficios del Viernes Santo, entraría el citado paso en la Iglesia de San Buenaventura. Incorporaríamos nuestro Titular en el paso y haríamos la Estación de Penitencia”, lo que significaría que se traería el paso ya montado desde su Casa de Hermandad, en la calle Santas Patronas. Al parecer, la idea estuvo a punto de gustarle a la orden, aunque en la respuesta remitida a la corporación en abril de 2008, la Comunidad Franciscana insiste en que no se opone a la salida procesional del Cristo de la Salvación, pero las circunstancias del convento lo impiden. Se destaca en la carta que la Hermandad ya no pasa por alto las cuestiones pastorales, pero lo que mueve a la orden a decir que no es lo insólito que resultaría ver que un paso completamente montado llegase al templo justo antes iniciar la estación, y más en una ciudad como Sevilla, que mantiene mucho su medida en estas cuestiones, ya que los franciscanos reconocen en su escrito que “no podemos imaginar el traslado de un paso vacío la tarde del Viernes Santo, a una hora en que otras Hermandades han iniciado ya su estación de penitencia”.

Conclusiones
Una vez que el Boletín de las Cofradías ha conocido el parecer de la Hermandad y de la Comunidad Franciscana, cabe destacar las impresiones finales del Hermano Mayor, quien es consciente de que la cofradía no puede salir definitivamente desde San Buenaventura con el paso de Cristo, y que para sacarlo hay que buscar otras alternativas, por lo que la nueva Junta de Gobierno nombrará otra comisión que analizará los pros y los contras sobre la viabilidad de la salida del Titular, tema que se retomaría en otoño. Igualmente, José Félix Romero sabe que a la hora de tomar cualquier decisión, la Hermandad tiene un apellido, “de San Buenaventura”, y que están en un convento que permanece muchas horas abierto al culto, además de la actual cercanía con la Casa de Hermandad, la cual, precisamente, acaba de ser reformada, lo que es otro aliciente para no abandonar la zona. El Hermano Mayor desmiente, asimismo, que se haya conversado con el Santo Ángel, con la Anunciación, con San Antonio de Padua o con la Misericordia en caso de un posible planteamiento de abandonar la actual sede, ya que, oficialmente, esta alternativa ni existe, ni ha sido planteada, pues a pesar de que los franciscanos no permiten la entrada de un segundo paso en el templo, la relación entre los cofrades y los frailes es excelente, tal y como han asegurado tanto José Félix Romero como Fray Joaquín Pacheco.

A partir de ahora, el futuro de la Hermandad de la Soledad de San Buenaventura, en su afán de sacar procesionalmente al Cristo de la Salvación en su paso, está, claramente, en manos de los propios hermanos de la corporación.


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Artículo publicado en el nº 604, junio de 2009

La coronación de la Esperanza de Triana
en la prensa local sevillana
Texto: Juan Manuel Labrador Jiménez
Fotos: Hemeroteca Municipal, Archivos de
Francisco Gallego Torroba y Fernando Arispón Gómez

Hace poco más de veinticinco años, la prensa empezó a darle una gran cobertura a la más que probable coronación canónica de la Esperanza de Triana, pues desde 1982, los periódicos sevillanos no eran ajenos a lo que acabaría siendo una noticia en mayúscula. Cuando ahora se conmemoran las bodas de plata de aquel acontecimiento, conviene recordar la repercusión que éste tuvo en los diarios de una ciudad que soñaba con esa gloria que marcó con letras de oro la fecha del 2 de junio de 1984.

1982: Se inician los trámites
En este artículo hemos de referirnos muy especialmente a dos periódicos: ABC de Sevilla y El Correo de Andalucía. En el primero de ellos aparecía el 21 de enero de 1982 un titular firmado por Fernando Gelán que decía que “La Esperanza de Triana podría ser coronada canónicamente en 1983” al haberse iniciado ya los trámites. Así mismo, el periodista hace alusión a la corona que se realizaba en los talleres de Juan Borrero (Orfebrería Triana) por encargo de la junta de gobierno de la cofradía. Como dato curioso, destacamos que la prensa señalaba 1983 como el posible año para la celebración, corroborándolo el Hermano Mayor, Vicente Acosta, un día después en el mismo medio, y precisamente en dicha jornada, el diario Suroeste, ya desaparecido, publicaba el siguiente texto: “Queremos recoger los insistentes rumores que hablan de la inminente coronación canónica de Nuestra Señora de la Esperanza, titular de la popular Cofradía trianera, para el próximo año 1983 ó 1984 como máximo”.

En los primeros meses de 1982, ABC recoge en sus páginas la noticia de un timo en el que tres individuos –ajenos a la Hermandad– se dedicaron a recoger joyas para la corona, presentándose varias denuncias ante estos hechos, aclarando la junta de gobierno que las donaciones sólo se harían en la mayordomía. Por otra parte, durante la cuaresma del año anteriormente citado, se publicaron en los diarios diversas noticias sobre las adhesiones a la coronación que realizaban distintas instituciones, aunque la junta de la Esperanza de Triana realizó también diversas visitas para solicitarlas, destacándose las efectuadas a la Diputación Provincial, al Capitán General de la Segunda Región Militar, o al Presidente de la Junta de Andalucía. Además, el Viernes Santo, El Correo indicaba que “Continúan las adhesiones a la coronación de la Esperanza de Triana”, destacándose que el día anterior, el Hermano Mayor de la Macarena, José González Reina, y el capitán de los Armaos, José López Fernández, entregaron en la Capilla de los Marineros “un pliego de firmas de la centuria en el que se recoge la adhesión de los Armaos a la solicitud de coronación (…)”.

Pasada la Semana Santa, ABC publica en sus editoriales del 17 de abril un texto titulado “Coronación de la Esperanza de Triana: Un anhelo compartido”, mientras que el día 25 le dedica a la cofradía su portada, publicando cuatro fotografías de la Virgen –una de inicios del siglo XX en su paso de palio con San Juan y la Magdalena; otra de la procesión efectuada en 1936 por el fin de la guerra civil; una tercera de una salida en la Velá de Santa Ana de 1939, aunque su pie de foto indique erróneamente que se trata de la procesión de noviembre de 1950 con motivo de la proclamación del Dogma de la Asunción; y una última de un besamanos en la Capilla de los Marineros–, e indicándose en el texto de la parte inferior que la Hermandad “ha recibido cientos de adhesiones que ya están siendo encuadernadas para enviarlas al Capítulo de San Pedro”, y en la edición de este mismo día, Gelán firma una noticia en cuyo titular se puede leer: “El lugar donde será coronada canónicamente la Esperanza de Triana, en estudio”, recogiendo en el antetítulo los posibles lugares: el Altozano, la Puerta de Palos y la Plaza de España, aunque en la entrevista realizada al Hermano Mayor, Vicente Acosta, éste afirmaba que “La Virgen, en su paso, irá a la Catedral y al Ayuntamiento (…). Pero el lugar donde se llevará a efecto el acto de coronarla aún está por decidir”, por lo que estas posibilidades eran un infundado rumor.
           
Fray Carlos Amigo llega a Sevilla
El 22 de mayo de 1982, Fray Carlos Amigo Vallejo fue nombrado Arzobispo de Sevilla tras la trombosis cerebral del Cardenal Bueno Monreal. En junio tomaba posesión el nuevo prelado, y la prensa siguió de cerca sus visitas a diversas Hermandades, entre ellas la de la Esperanza de Triana, donde manifestó, según las crónicas, que “él continuaría las gestiones que en su día comenzara el cardenal”. La noticia de la llegada del Arzobispo coincidió con la de la adhesión del Ayuntamiento a la coronación, por lo que a la vez que la corporación municipal felicitaba a la nueva autoridad eclesiástica, se comunicaba que el consistorio apoyaba la solicitud de la Hermandad, si bien El Correo precisaba que “los socialistas dieron el sí –entonces gobernaba el PSOE, siendo Manuel del Valle el alcalde–, y la propuesta fue aprobada con 21 votos a favor, ninguno en contra y seis abstenciones”, Los votos a favor procedían del propio PSOE, de UCD y del Partido Socialista Andaluz (PSA), mientras que las abstenciones fueron del Partido Comunista de Andalucía (PCA).

Llegado el 18 de agosto, y tras el comienzo del segundo mandato de Vicente Acosta al frente de la cofradía, ABC de Sevilla publica que las adhesiones fueron enviadas al Vaticano en artísticos tomos. Pocos días después, este diario anunciaba la posibilidad de que el Papa Juan Pablo II, en la visita que realizaría a Sevilla en 1982 para beatificar a Sor Ángela el 5 de noviembre, podría traer personalmente la bula, aunque finalmente, y como era de esperar, Su Santidad no la trajo consigo.

Por otra parte, ABC da a conocer el 16 de octubre el dibujo de la medalla de la coronación diseñada por Luis Álvarez Duarte, mientras que en la edición del 1 de diciembre se hace alusión a la ejecución de un nuevo manto para la Virgen en los talleres de los sobrinos de Elena Caro, y que sería utilizado para besamanos y traslados.

Tristemente, 1982 no terminó con buen pie. La prensa recogía en sus páginas que el 25 de noviembre el hermano Francisco Justo Nieto tenía que dar una charla sobre la visita del Papa a España, si bien el día anterior a la conferencia ABC precisaba que el Hermano Mayor leería el discurso al estar aquejado el ponente de una grave enfermedad, falleciendo el 19 de diciembre.

1983: Se mantiene la espera
Comienza 1983 sin llegar noticias de Roma, y la Hermandad se percata de que la coronación no podrá ser en mayo. El 7 de enero, ABC alude a otra pieza bordada en la que trabajaba también el taller de sobrinos de Elena Caro, como era la restauración de una antigua saya confeccionada por la propia artesana, y días más tarde, este periódico anuncia que el 13 de enero comenzaría un curso preparatorio para la coronación con una charla de Cesáreo Hayuela, misionero de los Padres Blancos; mientras que la segunda la haría el 3 de febrero el periodista Fernando Gelán.

El 8 de febrero, el mismo diario muestra la primera fotografía del nuevo azulejo de la Virgen que, realizado por Antonio Martínez Adorna en Cerámica Santa Ana, se colocaría en la Plaza del Altozano.

Finalizada la Semana Santa de este año, el primer jueves de la Pascua de la Resurrección, el 7 de abril, se firmó en Roma la bula con la que Juan Pablo II otorgaba la coronación a Nuestra Señora de la Esperanza, si bien la noticia no se conoció hasta junio, mas la Hermandad seguía con su preparación, convocando pues otro ciclo de conferencias tal y como señalaba en sus páginas ABC el 28 de abril, indicando que los ponentes serían Enrique Henares Ortega, Enrique Barrero González y Enrique Osborne Isasi, éste último pregonero de la Semana Santa de aquella fecha.

El Arzobispado recibe la bula 
La prensa recoge en sus portadas del 29 de junio la tan esperada noticia: la Esperanza de Triana sería coronada, siendo la primera vez –y aún la última– que llegaba a Sevilla la concesión de una coronación pontificia, siendo las de este carácter las de más alto rango en el protocolo eclesiástico. El Correo de Andalucía lo anunciaba diciendo que “La Esperanza de Triana será coronada canónicamente”, mientras que ABC manifestaba que “El Papa autoriza la coronación canónica de la Esperanza de Triana”, aunque más hermoso fue el titular que publicó este diario un día después, afirmando que “Las campanas de Triana repicaron en honor de la Esperanza” a la hora del ángelus de la mañana en la que se divulgó la noticia. Por otra parte, la prensa ya informaba de la posibilidad de que la coronación se verificase en 1984, aunque lo primero sería acordar el día en el que el Arzobispo acudiría a la Capilla de los Marineros para entregar la bula.

Semanas más tarde, el 16 de julio, Gelán escribía en ABC que el acto de imposición de la nueva corona podría tener lugar el 30 de mayo de 1984, festividad del Patrón San Fernando, y que el 26 de julio de 1983, en la visita que Monseñor Amigo efectuaría a la Parroquia de Santa Ana para presidir la función en honor de la titular del templo trianero, podría darse el caso de que el Arzobispo se personificase en la sede de la Hermandad para entregar la bula, aunque finalmente nada de lo expuesto ocurrió así.

A comienzos de septiembre, se confirma en la prensa que sería el día 12 de ese mismo mes cuando Fray Carlos Amigo iría a la capilla marinera para entregar la bula. A la mañana siguiente del acto, ABC informaba de su celebración, recalcando que a Monseñor Amigo le fue regalada una cruz pectoral, mientras que El Correo hacía la crónica destacando que “Mayo del año que viene puede ser la fecha de la ceremonia”, aunque también se centró en la bendición del nuevo retablo del Altozano, ya citado con anterioridad. Curiosamente, ABC no publicó hasta dos días después un reportaje gráfico sobre lo vivido la noche de la entrega de la bula, dando a conocer una fotografía de ésta a sus lectores, siendo destacable, por otra parte, el titular con el que se relataba el día 14, de manera más extensa que el día anterior, lo acaecido en Triana, al afirmar que “El arzobispo vivió una gran jornada mariana con los trianeros”.

Arranca el curso de la coronación
A los pocos días de comenzar el mes de octubre, la prensa se hacía eco, por un lado, de la designación de José Luis Campuzano Zamalloa para pronunciar el Pregón de la Coronación, anunciando ABC que el acto tendría lugar en el Teatro Lope de Vega, aunque desconociéndose su fecha de celebración; y por otro, el mismo medio confirmaba el día 6 que las monjas del Convento de las Mínimas serían las madrinas de la coronación, y en la noticia se barajaba la posibilidad de que el 2 de junio fuese el día en el que tuviese lugar el pontifical en la Catedral. Además, se hace obligado destacar el siguiente extracto del cuerpo de texto: “En estos momentos sólo falta la autorización eclesiástica correspondiente para que las monjas puedan abandonar la clausura y asistir a la solemne ceremonia”, aunque El Correo de Andalucía destacaba que “posiblemente estarán representadas por el Vicario Episcopal de Religiosos”. En la edición de este día se informaba también de que el sacerdote y capellán real Camilo Olivares pronunciaría por la noche una charla sobre la Sábana Santa en la Hermandad.

Poco después, ABC hablaba el 26 de octubre del inicio, esa misma tarde, de un nuevo ciclo de conferencias que se prolongaría durante las dos jornadas siguientes, participando en él el Hermano Mayor del Baratillo, Vicente Ribelles; el delegado de Sacramentales en el Consejo Jorge Bernales; y el Hermano Mayor de la O, Ramón Martín Cartaya. A finales de esa semana, el día 30, Ana M. Gómez anunciaba en El Correo que “La Esperanza de Triana estrenará en su coronación una toca de corte isabelino”, y que estaban ejecutando las hermanas Martín Cruz. ABC de Sevilla, por otra parte, dio cobertura en noviembre a una exaltación poética que el día 20 pronunció el joven hermano Guillermo J. Cano Gracia, así como a las charlas que entre los días 23 y 25 del referido mes pronunciaron tres mujeres: Rosa María López-Lozano, Mercedes Abaurrea y Amparo Castilla; y ya en diciembre, muestra una primera fotografía del manto que un año antes comenzó a realizarse en el taller de sobrinos de Elena Caro, ya que sería estrenado en el besamanos de la Virgen, señalándose en los titulares que dicha pieza poseía bordados del siglo XVII; aunque 1983 no terminaría sin saberse que Vicente Acosta, Hermano Mayor de la Esperanza de Triana, era designado pregonero de la Semana Santa de Sevilla de 1984, siendo nombrado en la noche del 17 de diciembre.

1984: El año de la Esperanza
Se estrenaba el año de la coronación anunciándose que Francisco Maireles pintaría el cartel del acontecimiento, siendo ABC el primer medio que daba a conocer la pintura el 25 de enero, aunque este diario indicaba que ese mismo día, y durante los dos siguientes, iba a desarrollarse otro ciclo de charlas, participando en este caso sólo sacerdotes, concretamente Antonio Fernández Estévez, José Salgado y José A. Balboa.

En febrero, José María Gómez entrevistaba en El Correo de Andalucía a José Albero, director de la Banda Municipal y autor la marcha “Esperanza de Triana Coronada”, confirmándose que, tras escucharla la junta de gobierno de la Hermandad, estaba concluida para que fuese estrenada en el Pregón de la Semana Santa. Llamativo resulta, no obstante, el titular de Gelán en ABC cuando habla de esta composición denominándola “Santa María de la Esperanza de Triana Coronada”, tal y como aparece en la edición del 23 de marzo.

Pero retrocediendo un poco en el tiempo, ABC mostraba el 3 de marzo el “Otro cartel de la coronación de la Esperanza”, tal y como tituló la ilustración en la que se contemplaba la obra pintada por Francisco Sogel, Secretario 1º de la Hermandad. A las pocas semanas, este periódico recogía el día 17 la noticia de que “Las camareras de la O han realizado un ajuar para la Esperanza de Triana”, que lo llevaría en la coronación.

El 8 de abril, Vicente Acosta pronunció en el Teatro Lope de Vega el Pregón de la Semana Santa, estrenándose en el acto la marcha de la coronación. Es curioso que los medios se limitaron a indicar que se había interpretado la pieza por parte de la Banda Municipal, mas sin recordar que se estrenaba y sin hacerse valoración alguna. Sobre la disertación en sí, todos los medios coincidían al señalar su contenido evangélico.

En la Semana Santa de 1984, la Familia Real acudió a Sevilla para contemplar algunas cofradías. El Correo anunciaba el 19 de abril, Jueves Santo, que ese día llegaban los Reyes y sus hijos a la ciudad, y en lo referente a la Esperanza de Triana, este periódico destacaba el Viernes Santo que Don Juan Carlos y Doña Sofía querían presenciar la entrada de la cofradía, si bien Seguridad lo desaconsejó al no ofrecer la calle Pureza muchas garantías, por lo que visitaron la capilla al finalizar la estación penitencial. Así, el Domingo de Resurrección, ABC y El Correo mostraron un reportaje gráfico de la visita, destacando ambos medios que el Hermano Mayor invitó a Sus Majestades a la coronación, además de regalar al Rey un ejemplar de su pregón.

La recta final hacia la coronación
A finales de abril, el día 29, ABC señalaba que “El 20 de mayo comenzarán los actos de la coronación de la Esperanza trianera” con el pregón, aunque sorprendente era el subtítulo de la noticia al afirmar Gelán que “Bueno Monreal será el encargado de imponer la corona a la Virgen, en un solemne pontifical presidido por el arzobispo”, cuando por todos era sabido que el Cardenal, aquejado de una grave enfermedad, sólo presenciaría la ceremonia. Lo que sí nos ha llamado poderosamente la atención es que El Correo no informó sobre este mismo tema hasta varios días después, el 9 de mayo.

ABC de Sevilla dedica la portada del 8 de mayo a una artística foto de la Esperanza dirigiendo su mirada hacia un ramo de flores, apareciendo en la parte inferior de la página el título “Mayo, mes de María”, mientras que el texto que lo acompaña recuerda a los lectores lo especial de esos días ante la coronación de la Virgen trianera.

El 15 de mayo, El Correo de Andalucía informaba sobre la solicitud de la medalla de oro de la ciudad para la Esperanza, indicándose que el alcalde, Manuel del Valle, era reacio a esta idea, porque “considera que la medalla de oro concedida al Consejo General de Cofradías engloba a todas las hermandades de Sevilla (…)”. Un día después, en el mismo diario, el periodista José María Gómez, en su sección “ECOS”, manifestaba lo difícil que era otorgar la medalla a la Virgen debido a una ordenanza en la que sólo se permite entregar esta condecoración a personas o instituciones físicas, por lo que se le podría dar a la Hermandad, pero igualmente era complicado porque ya se le concedió al Consejo de Hermandades en nombre de todas éstas.

Previamente a la coronación, se celebraría el último ciclo de charlas, tal y como anunciaba ABC el 18 de mayo, y así, las conferencias tendrían lugar entre el 23 y el 25 del referido mes, corriendo a cargo de Enriqueta López Lozano, José Luis López Murcia y Vicente Acosta, que cerraría este ciclo por haber sido el último pregonero de la Semana Santa. Y hablando de pregones, el 19 de mayo ABC entrevista a quien daría a la mañana siguiente el de la coronación, José Luis Campuzano. El día posterior al acto, El Correo se limitó a informar de su celebración en el Teatro Lope de Vega, mientras que el día 22, ABC ofrecía un reportaje gráfico y una crónica, realizada por Gelán, en cuyo titular se extraía una frase del Pregón: “Triana está orgullosa porque se va a coronar a la Esperanza”. Además, en el subtítulo de la noticia se indicaba que “El alcalde anunció que le será concedida a la hermandad la medalla de la ciudad”.

Tras el anuncio de ABC, José María Gómez recogía el 23 de mayo la noticia en El Correo corroborando que “Se impondrá la medalla de la ciudad a la Esperanza de Triana el día de su coronación”, indicándose la posibilidad de que se le impusiera un duplicado de la otorgada al Consejo General de Hermandades cuando la procesión pasara el 2 de junio por delante del consistorio. Sin embargo, el 27 de mayo, ABC manifestaba que nadie había comunicado oficialmente nada al Hermano Mayor, Vicente Acosta, quien según el titular de prensa, “confía en no recibir un duplicado”.

Con el título “Alumbrado y fuegos artificiales para la coronación de la Esperanza”, ABC de Sevilla anunciaba el 26 de mayo el proyecto organizado por la Asociación de Comerciantes de Triana, cuyo presidente, José Manuel Campos –que años después sería Hermano Mayor de la Hermandad–, expuso que se engalanaría el puente con dos letreros luminosos en los que se leerían los lemas “Esperanza coronada” y el ya inmortal “Triana con su Esperanza”. 

El domingo 27 de mayo, la Esperanza era trasladada a Santa Ana para celebrar allí el triduo de la coronación, según recogían los medios en sus agendas de dicha jornada. Los cultos arrancaron el 28, inaugurándose igualmente entonces la iluminación del puente, hecho que El Correo de Andalucía recoge en su portada del día 29 exponiendo que “Triana festeja su Virgen de la Esperanza”, y el 30 de mayo concluían los cultos, regresando la imagen a su capilla a la culminación de éstos, y ABC y El Correo informaban de varios aspectos de la coronación. Así, el primero de ellos hablaba de que “El alcalde entregó la subvención a la Hermandad de la Esperanza” para colaborar con los gastos de la celebración, y en el subtítulo de la información se añadía: “Pero no habló con la junta de gobierno sobre la medalla de la ciudad”; mientras que el segundo publicaba en su sección de opinión un artículo propio en cuyo título ya lo decía todo: “La medalla de oro de Sevilla, para la Esperanza de Triana”.

Y llegó junio
El 1 de junio, ABC mostraba en su portada un dibujo de Juan Valdés en el que aparece retratada la Esperanza mientras es venerada por varios ceramistas, gremio que dio origen a su devoción, empleándose como título “Esperanza Nuestra”. El Correo, por su parte, publicaba una foto de la Virgen acompañada del titular “Reina de Triana”. Centrándonos un poco más en ABC, este periódico dedicaba su tercera página al acontecimiento con el artículo “Coronar la Esperanza” de José Antonio Infantes Florido, Obispo de Córdoba, además de dedicar a la Hermandad un cuidado suplemento (inserto en la misma edición del diario, no como separata) donde, a través de 32 páginas, analizaba la historia y la devoción de la Virgen, incluyendo un reportaje sobre el camino recorrido hasta llegar a la coronación, mostrándose, por ejemplo, curiosas fotografías de los orfebres Borrero y Fernández ejecutando la presea. En lo que a información se refiere, se mostraban los datos de la procesión de ida, así como las claves del pontifical, aunque la noticia más destacada era la de que “La Virgen llevará la medalla depositada en el Consejo”, precisándose en el antetítulo que “Hoy se la impondrá el alcalde”, desechándose así el que se le entregase cuando pasara ya coronada por el Ayuntamiento. El Correo dedicó menos páginas a la Hermandad, aunque igualmente hizo un apretado resumen del origen de la cofradía y de los meses previos a la coronación, resaltando también la noticia de la entrega de la medalla de la ciudad en esa misma mañana.

Y llegó el día grande, el 2 de junio de 1984. Con dos fotografías –una de la Virgen saliendo de su templo y otra ya dentro de la Catedral– y el titular “La Esperanza entusiasmó a Sevilla” abría El Correo su edición de dicha jornada, dedicándole dos dobles páginas a la crónica de lo vivido la tarde anterior: con el título “Sevilla, con la Esperanza de Triana” se encabezaba la primera de ellas, relatándose que “Miles de personas acompañaron a la Virgen hasta la Catedral” y que “La Virgen ya luce en su pecho la medalla de oro de la ciudad”, aunque sin dejar a un lado esta doble página, citamos también la información que se incluía sobre el pontifical y la procesión de regreso, diciéndose que “Triana la recibirá con fuegos artificiales”; y en la otra doble página, el mismo título de la portada servía para dar paso a una amplia galería de fotos de la procesión de ida. ABC, por su parte, muestra primeramente una galería gráfica de la imposición de la medalla de la ciudad, y más adelante, justo debajo de la cabecera interna del diario, el título “Esta tarde Sevilla corona a la Esperanza de Triana” con una foto de la Virgen por el puente da paso, varias páginas después, a la crónica del 1 de junio, destacándose que “Sevilla siguió hasta la Catedral a la Esperanza de Triana”, mientras que en otra noticia indica el titular que “Las hermandades sevillanas entregaron numerosos regalos”, siendo destacables también el antetítulo y el subtítulo de ésta, señalándose, respectivamente, que “La Cámara de Comercio donó las flores del paso” y que “Un estandarte encargado para el acto llegó a la capilla cuando la Virgen ya estaba en la calle”. Como dato curioso, el hoy desaparecido Diario 16 dedicó en su portada del 2 de junio un rincón a una foto de la Virgen sin corona en su paso acompañado por el titular “La Esperanza de Triana, en la calle”, mientras que en el interior hay una breve referencia al traslado de la imagen abriendo la noticia con el título “Sevilla vibró al paso de la Esperanza trianera”.



Amaneció el 3 de junio con la Esperanza aún en la calle, y ABC y El Correo mostraban en sus portadas sendas instantáneas del momento en el que Fray Carlos Amigo procedía a la coronación. El primero de estos diarios usa como titular “Esperanza de Triana Coronada”, mientras que el segundo empleó la frase “Reina Coronada de Triana”. En ABC, además de una galería de fotografías acompañada de un texto encabezado por el título “Sevilla fue a la Catedral para rezar con la Esperanza”, se dedicaron al evento cuatro páginas, leyéndose titulares como “La Esperanza fue coronada en la misa de la Realeza de María” o “El paso de la Esperanza paró ante la Capilla Real”, y en estas crónicas se destacaron algunas anécdotas como la de que Fray Carlos Amigo le impuso la corona a la Virgen colocándosela al revés (ya que está labrada por las dos caras, y no supo distinguirlas), o que hubo colas para entrar a la Catedral desde tres horas antes, aguantando el público la lluvia que caía durante aquellos momentos, y que incluso hizo que la procesión saliese con algo de retraso. El Correo, por su parte, dedicó seis páginas, y en ellas se veían titulares como “Tú eres la Esperanza”, “¡Con Ella, a Triana!” o el más impactante que, en doble página, decía “Reina de Triana / Reina de Sevilla”, siendo flanqueada la frase a cada lado por la plegaria “Ruega por nosotros”. El Diario 16, así mismo, dedicó media página vertical al acontecimiento, diciendo que “La Esperanza volvió coronada a Triana”.
            
Al recogerse la Esperanza a las diez de la mañana del día 3, durante los dos siguientes hubo más referencias a la coronación en prensa. El Correo, en su portada del 4 de junio, decía que “La Virgen de la Esperanza regresó a Triana”, incluyendo en su interior una crónica titulada “La Esperanza coronada, doce horas en la calle”; mientras que el día 5, ABC concluía el tema de la coronación con tres páginas de fotografías, publicando en la primera un breve texto, a modo de crónica, que se encabezaba con el titular “Triana festejó durante doce horas el regreso de la Esperanza coronada”. 

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